El Comienzo de Mi Otra Vida

Capitulo 2

El Comienzo De Mi Otra Vida

 Día Numero 3 escribiendo esto...

Llevo 3 días escribiendo esto y cómo ya he dicho. Cada vez me arrepiento más de hacerlo. No se si es por pena o por miedo pero estoy arrepintiendo. 

Regresando a la historia...

Este capítulo debería llamarse “mi primera escuela” pero según lo que ocurre en este capítulo se determina el comienzo de una vida que afectará mis próximos 6 años. 

A comparación de otros niños, yo quería ir a la escuela por primera vez. Fue la primera vez que me desvelaba de la emoción incluso más que cuando era navidad. Tenía una vista hacía el futuro maravillosa y algo me decía que sería lo mejor que me podría pasar. Ese día mi madre me llevo a la escuela y al ver a tantos niños y la maestra esperando en la puerta corrí lejos de mi mamá, creo que incluso me fui sin despedir. No llore, podría decir que mi mamá lloró por mí. Pero aún no sabía lo que me esperaba dentro. 

Al entrar me asignaron la sección, estaba en la “B”. Era muy razonable…. Los de la “A” eran personas muy egocéntricas según contaban. Yo trataba de socializar un poco, sin duda algo que siempre me ha caracterizado es mi gran energía, algo que no era del agrado de muchos. A mi me gusta hablar fuerte, al grano y claro, no me gustan las personas calladas que se les entiende tan solo un 30% de lo que dicen de lo bajo que hablan. 

Conocí a una niña que se llamaba Heidy, era pequeñita igual que yo. Bastante delgada y de baja estatura de inmediato nos volvimos amigas. Más tarde conocí a Daniela, una niña un poco más diferente, pero era más parecida a mi. Heidy era más callada y tranquila. Daniela y yo éramos más bulliciosas. Cuando dé repente vi entrar a dos niñas de cuerpos muchísimo más grandes que cualquiera en la clase. Esas niñas no parecían de nuestra edad. 

Y sí, claramente era así. Tenían uno o dos años más que todos nosotros. Quien sabe si porque no habían podido estudiar o porque habían perdido el kínder. Pero,¿quien pierde el kínder? . Si es raro pero nadie podía decir nada. De inmediato nos vieron a mí y a Heidy que nos empezaron a atacar. Nos comenzaron a hacer bullying. Era un desastre mi vida por ese momento. Pero no podía dejar de hacer lo que ya había aprendido en casa, “poner a prueba mis conocimientos”. De toda la clase yo era la única que ya sabía leer y escribir a la perfección. Cosa la cual no le agrado a mi maestra. Nunca entendí el porqué, porque si yo ya sabía leer y escribir era una carga menos para ella. Así como me estaba ganando el odio de mi maestra de kínder, también me estaba ganando el odio de mis compañeras de clase, empezando por Marcela y Fernanda, las dos niñas mucho más grandes que nosotras. 

Un día a mediados de año entré a uno de los baños del colegio. Ese baño tenía una ventana, que al abrirla daba directamente a la calle. ¡Sí, a la Calle! Y no una calle cualquiera, sino la más empinada de la ciudad donde muchos autos habían tenido accidentes. Recuerdo que entró Heidy al baño después de mí. Yo ya estaba lavándome las manos. Cuando veo entrar a Fernanda y Marcela. Una de ellas sufría de sobrepeso y me dijo:

-Conmigo si no podrás. Yo sé karate. 

La otra me tomo de la espalda y enredo mi largo cabello en su mano. Abrieron la ventana y pusieron mi cara viendo el precipicio. Temblaba del miedo. Era una niña tan solo de 5 años luchando contra una de 6 años y otra de 7 años. Vi mi vida pasar justo frente a mis ojos. Y lo último que me dijeron fue:

-Aléjate de Heidy y déjala que sea nuestra amiga. 

La otra añadió:

-Y también deja de ser la inteligencia de la clase. Por favor. 

Heidy estaba dentro del baño escuchando todas sus amenazas. Si bien no había visto lo ocurrido se lo imaginaba. De inmediato salieron ellas del baño comencé a llorar desconsoladamente. Heidy salió y me dijo:

-Escuche todo lo que te dijeron. Es mejor no arriesgarse más. Seguiremos siendo amigas pero ellas no lo sabrán. He hice mi primer trato con una amiga.

Y así fue. Me volví muchísimo más cercana a Daniela y me aleje de Heidy. Ella hablo con esas dos niñas por un tiempo, luego se alejo y consiguió otras amigas. Nosotras seguíamos hablando pero nuca más fue igual. 

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